martes, 16 de diciembre de 2008

Mensaje de navidad a todos los jóvenes del Táchira


Somos punto de referencia



“… Todos los que los vean deben reconocer que son del Señor…” Cf. Is. 61,9.

Con alegría podemos exclamar: Llegó la navidad. Diciembre de por sí, es uno de los meses que todos esperamos pues es un momento en el que Dios nos concede la oportunidad de encontrarnos, de evaluarnos, de plantearnos nuevos retos y sobre todo de asumir a Cristo como nuestro Salvador. Por ello, ya en la novena de aguinaldo todos comenzamos a palpar de cerca el acontecimiento que más anhelamos en el año: El nacimiento de Jesús en el portal de Belén.

De ahí es que muchos jóvenes, desean llegar a casa luego de sus estudios, trabajos y otras actividades que realizan para sentir el calor de sus hogares. Aún, en medio del descanso navideño, todos van con el anhelo de colaborar en los preparativos de la navidad, de encontrarse con la familia, los amigos, de asistir a las misas de aguinaldo, posadas, tradiciones, de fijar propósitos para el nuevo año, entre otras; pero de manera especial con el deseo de estar en casa; y esperar el acontecimiento que nos da la Redención. Incluso, muchos padres y hermanos también anhelan que los jóvenes permanezcan en casa porque poseen el entusiasmo y la alegría para el hogar.

Los jóvenes se están convirtiendo en un punto de referencia para los demás jóvenes. Están dando pasos interesantes en la vida y sobre todo buscando un norte serio en sus vidas, pues desde ya algunos de ellos, una gran mayoría esta tomando en cuenta que la razón de su vida es Jesucristo. Un joven que no se disponga a vivir y seguir a Jesucristo diera la impresión que en la vida no tiene un objetivo claro, no sabe a donde va, no tienen sabor en la vida, permite que otros hagan con él lo que quieran. Y otros lamentablemente, no saben que hacer y sólo se unen a ofertas fáciles que solo les conduce a tristezas. Y se olvidan que son puntos de referencia.

El mismo profeta Isaías nos lo recomienda cuando señala en su texto que tenemos que ser una generación que dé testimonio que el Señor le ha elegido. A esto estamos llamados a que cuando nos vean, los demás, se den cuenta que creemos y somos del Señor. Sin miedo, ni temores, sino más bien movidos por su gracia y entusiasmo. Sí tenemos entusiasmo para otras cosas, por qué no tenerlo para el mismo Señor. Esto se puede sin perder la juventud, sin dejar de ser joven, sin dejar de ser el pícaro del grupo, el de los chistes buenos o malos del salón, sin dejar de ser el que mejor baila o juega en el grupo. Dios te quiere así, porque de otro modo no te hubiese dado las cualidades que te dio. No te llamó para seguir en el pecado, ni enrollado en problemas graves, sino que por el contrario quiere contar y sentirse orgulloso contigo. Eres tú, a quien el Señor le invita a dar de tu alegría y a colocar tus cualidades al servicio de los demás. Asume el compromiso de ser el joven de la generación de Jesús.

Ciertamente, en la sociedad hay gente que no quiere a los jóvenes, hay quienes pintando ideas falsas los induce a los peores y mas horrendos castigos de la degradación humana, no basta sino ver las ofertas que en muchas de nuestras plazas y lugares públicos, se les presenta a los jóvenes, en nombre de una diversión que les hunde y los aleja de su propia identidad juvenil. ¿Hasta cuando prostitución juvenil e infantil, adolescentes de nuestros colegios y liceos metidos en problemas graves, ofertas de cervezadas, droga, sexo desenfrenado, abortos, secuestros, tráficos de órganos y otros?. ¿No produce esto tristezas, angustias y desesperación?. ¿Acaso no destruye esto el corazón de los jóvenes?. ¿Dónde están los jóvenes que de verdad son jóvenes? Con propuestas que entusiasman a otros, con sueños en la vida, con actividades que les hace crecer, con amigos y sobre todo con Cristo. Hay un clamor en nuestra juventud que es necesario apoyar. Y se trata de que se les dé una razón seria para crecer en su vida. Basta de jugar con los jóvenes. No son prendas para apostar. Son una razón de esperanza para todos. Son el punto de referencia de nuestra sociedad en muchas cosas. El Evangelio de Jesucristo de donde nacen todos los valores siempre será el mismo, lo que sucede es que a muchos les da miedo ser Testigos de la verdad y del Evangelio. Y otros quieren pintarlo como aburrido. Pero será siempre la respuesta a una vida llena de Vida. Por ello, necesitamos que ustedes jóvenes tomen en serio el hecho de ser punto de referencia para los demás, y sobre todo una razón de esperanza para todos.

Quien es punto de referencia es capaz de ser diferente a lo que comúnmente se piensa o se hace, es capaz de asumir compromisos en la vida, y sobre todo es capaz de no dejar de ser quien es, en el nombre del Señor. Sabe reconocer que sus capacidades siempre serán para los demás. Y sabrá hacer de su vida una obra al servicio de Dios y de los demás. Además, tiene conciencia que lo que realiza no es pasajero, lo debe hacer porque detrás se encuentran otros que lo quieren imitar o seguir. ¡Qué gran responsabilidad ser punto de referencia!. Por ello, apoyamos a los jóvenes que tienen metas claras en sus vidas y que contribuyen a enriquecer a los demás, a los que son deportistas, a quienes se dedican a la música, a la pintura, investigación, al trabajo, a los que pertenecen a un grupo juvenil, obras de caridad social y a una vocación especifica, Por ser ustedes punto de referencia les pedimos que nos ayuden a contagiar a otros de ese esfuerzo en el Señor.

Estimados Jóvenes: Estamos en un momento donde ustedes son el foco vivo y central de una sociedad que quiere renovarse o mejor dicho refundarse. Construyamos un presente responsable, para que alcancemos el futuro que deseamos vivir. Es el momento de no equivocarnos. No es momento para perder tiempo. Que nuestras ideas no se sigan desviando por ofertas que poco hacen crecer y dejan en la tristeza. Un joven no es para morir en la tristeza y desesperanza. Esta navidad debe fortalecernos y hacernos concientes que muchos esperan de nosotros respuestas claras y seguras.

El nacimiento del Salvador debe provocar en nosotros un cambio radical. Esto nos lo tenemos que proponer en esta Navidad SER UN PUNTO DE REFERENCIA PARA LOS DEMAS. Vamos hacer del 2009 un año lleno de la aventura misionera del Señor. Contamos con la Misión Diocesana que arrancará el próximo 20 de Enero. Vamos a decirle a los demás jóvenes que somos una razón para la esperanza y que nos corresponder pasar las fronteras de una sociedad que se quiere esconder en un silencio vacío. Que los demás sientan que acá estas tú para ser un punto de referencia en los demás. Feliz Navidad y un próspero año 2009.

Que Jesucristo te conserve siempre en su paz.
Ánimo y Que Dios te bendiga

Secretariado de Pastoral Juvenil

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al leer la refelexion dejada por el secretario dela pastoral juvenil, es preciso tener en cuenta, la importancia que tenemos como jòvenes, miembros de una sociedad, de una comunidad, que espera algo màs que solo problemas de nosotros... muchos son los que tienen puesta su esperanza en los jòvenes, genaraciòn de relevo, por lo que no podemos pasar desapersividos ante problematicas sociales (drogas, secuestro, insensibilidad ante el dolor ajeno, entre otros muchos)que nos incumben y de los que muchas veces formamos parte. En esta fecha de Esperanza, armonìa y paz, debemos -como lo señala el autor-, Asumir "el compromiso de ser el joven de la generación de Jesús" seamos esos nuevos discipulos del Dios salvador que vendrà a redimirnos; seamos esos pastores que adoraron al niño en el pesebre, seamos participes de la obra divina, animemonos junto con la Iglesia a dar testimonio de vida... demos de nuestra energìa joven y dinàmica para el bien de la Humanidad, preocupemonos or valorar y salvaguardar las generaciones uqe nos preceden... ànimo hermanos hagamos que nuestra vida tenga un significado en Dios.
Atte: HUmberto S Chacòn Ch

Freddy Suárez dijo...

Hola que gran mensaje nos deja nuestro pastor, muchos retos y desafios que cumplir, el papel del joven en la Iglesia cada ves es mas grande, estamos marcando la diferencia y mostrando al mundo que el presente nos pertenece, somos testigos al igual que muestras de manifestacion y presencia viva de Dios, no somos objetos ni pasa tiempos de nadie y renovamos nuestro compromiso de ser defensores de la vida... en navidad y en todo el año demostremos al mundo que nuestro Dios es un Dios de Vida, un Dios Joven y un DIos Alegre. Adelante!!!! y que el Señor nos bendiga! el 2009 trae muchas sorpresas, bendiciones y trabajo...Animos!! FELIZ NAVIDAD!!!
FreddyJ

Neo 1.1 dijo...

Inspirador y lleno de energia..... Muy bueno el mensaje padre Edwin.

Publicar un comentario