Este Sábado 12 de julio tuvimos acordes potentes y firmes en la sexta jornada de la escuela discipular. Animó el canto el ministerio de música de la Fundación Verbo y Vida, con un sonido equilibrado y creativo, sacándole partido a la guitarra eléctrica y a las voces del coro.
Pero, como tenemos ocasión de experimentar con frecuencia, el resultado tiene un "no-se-qué-más" de equilibrio, de alegría profunda y de convicción sincera que hemos visto en estos grupos musicales con mucha frecuencia. ¡y hay gente que dice que la fe no sirve para nada!
Sirve. Da armonía. Da fuerza, da unidad, da sintonía con el universo y sus acordes.
La música es parte importante de la vivencia cristiana en estas tierras. El que lo escuchó y lo bailó alguna vez, lo sabe.
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